miércoles, 22 de junio de 2011

Tornillo

En el suelo se quedó un tornillo oxidado, las ranuras de su cuerpo que antes eran fuertes, hoy se ven carcomidas, desgastadas, apenas se distinguen sus formas enmohecidas. Antes sostenía certero el espejo, lucía orgulloso dándole firmeza, pero los años no pasan en balde y el tiempo del tornillo llegó, ya no daba confianza, ya ni siquiera lucía brillante, quién quiere un tornillo oxidado, preferible cambiarlo antes de que el tiempo pase y doblegue su cuerpo; mejor deshacerse del tornillo antes de que su inutilidad se lleve el espejo… en el suelo quedó el tornillo oxidado, mientras en la pared luce impecable el espejo, sujetado por un tornillo nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario