miércoles, 22 de junio de 2011

Arrogante

Arrogante, con la mirada en alto, y los labios rojos, sus pies parecían elevarse cual divinidad que el suelo no merece, iba por la calle confiada de la belleza de su feminidad perfecta, de sus ojos grandes; arrogante pasaba entre la gente, y cada susurro que su paso generaba, era alimento para su belleza altiva. Arrogante despertó pasiones…que duraron lo mismo que su belleza ingrata.

No hay comentarios:

Publicar un comentario